CASA PILI

Casa Pili es uno de esos comercios de toda la vida de Artekale, la calle donde vivo desde hace años en Durango, Bizkaia.

Hace ya algún tiempo que cerró sus puertas, lo mismo que otros muchos comercios de la zona del casco viejo de Durango. ¿Las razones? puede que el cansancio de sus propietarias, la crisis o hambas cosas a la vez.

Al mismo tiempo que se cerraban estos establecimientos, comenzaron a aparecer los puestos de compra de oro. A pesar de llevar ya algún tiempo cerrada la tienda, en su escaparate quedaban los maniquies desnudos contemplando el paso de la gente y el tiempo. Frente a ellos un gran cartel de «Compro Oro» ofreciendo una última oportunidad de salvación a estos seres deshauciados.

 

HOSPITAL

«LA FÁBRICA DE REPARAR CUERPOS HUMANOS POBRES»
El hospital es una gran mole de hormigón que me recuerda en su diseño en planta a las cárceles de toda la vida, con la diferencia de que estos hospitales crecen en vertical. Un eje central comunica las diferentes alas del edificio a través de escaleras o ascensores. Cada planta acoge diferentes patologías; cardiología, traumatologia, interna, terminales…Cada ala en su zona central dispone de un área de enfermeras y en los extremos de cada planta podemos encontrar zonas de descanso donde solícitas máquinas nos suministrarán todo tipo de bebidas y comestibles empaquetados.

Las máquinas de exploración se encuentran en la primera planta o los sótanos, cerca de las consultas externas y los quirófanos.
Los pacientes de la comarca deben acercarse hasta el hospital para hacerse cualquier tipo de reconocimiento, lo que impide que en ciertos momentos los que han sido internados puedan disponer de estos servicios.
En el exterior del hospital se ubican los servicios de lavandería o cremación de residuos médicos.
Las instalaciones de refrigeración y calefacción que se montan sobre los tejados de las alas de menor altura, suponen una grave molestia para los pacientes que durante el día y la noche deben soportar el ruido que estos generan.
EL transporte de viajeros es continuo. El transporte público trata de acercar a la gente a este hospital construido en tierra de nadie y el aparcamiento de vehículos es un problema que exige acondicionar cada año que pasa más plazas de estacionamiento.

Y0 Y LA FOTOGRAFIA

Mi dependencia hacia la fotografía viene desde mis 13 años, cuando mi tio «Mendi» me regaló su vieja cámara de fotos.

Por aquella época, estudiaba interno en el seminario diocesano de Derio-Bizkaia. El director, al detectar la afición que por este campo mostrabamos otro de los alumnos(Pedro Urien)y yo, nos cedió un viejo laboratorio y un lugar donde poder empezar a investigar en esto de la fotografía.

Unos años más tarde, con 17 años, compré mi propio laboratorio; ampliadora, cubetas…. Este se lo adquirí a Alejandro Landaburu, que hasta entonces había sido fotógrafo de Elorrio

Mis primeros trabajos(no remunerados) los hice para la revista Ibaizabal, una publicación que se editaba en Durango y se distribuía por la zona.

Cuando inicié mis estudios de Bellas Artes, dejé de lado la práctica de la fotografía para centrarme en   otras disciplinas artísticas.

A principios de la década de los 2000, con la aparición de la fotografía digital, recuperé la práctica de la fotografía.